Este es un lugar donde exaltamos el nombre de Jehova, Jesus y el Espiritu Santo , donde encontraras mensajes que Dios te envia a ti todos los dias, para que sepas que EL esta contigo, no importando las circunstancias en que te encuentres.

viernes, 29 de julio de 2011

La hermosa historia y promesa de Dios para nosotros.

Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Josué 1:5.
Moisés había muerto, y su cuerpo había sido enterrado. La despedi­da había sido, a la vez, dolorosa y dulce; reflexiva y estremecedora. Inevitable.
Cuando un líder muere, el pueblo se ve desorientado. Pierde su punto de referencia, vacila a veces; mira al futuro con temor. Fue en esas circuns­tancias que Dios se dirigió a Josué, el nuevo líder, y le manifestó las palabras mencionadas en el versículo de hoy.
La promesa involucraba relación. Dios estaría con el joven líder, no lo dejaría ni lo desampararía. Dios siempre está con quienes reconocen su fra­gilidad y lo buscan. La pregunta es: ¿Está el ser humano con Dios?
Dios nunca abandona a sus criaturas. Es la criatura, en sus locos arreba­tos de independencia, que abandona al Dador de la vida. Al principio, todo le parece fascinante: vivir sin reglas y correr por los engañosos pastos del existencialismo le parece la aventura que siempre soñó.
El tiempo, sin embargo, se encarga de mostrarle la insensatez de su deci­sión. En lugar de encontrar las montañas deseadas de la victoria, desciende a los abismos oscuros y solitarios de la derrota. Se asusta, e intenta inútilmente encontrar la salida.
Dios sabía que Josué corría el riesgo de conducir al pueblo a la muerte. Por eso, se le presentó una noche y le recordó que la condición para conquis­tar los grandes desafíos de la vida era estar en él.
Tal vez, este consejo te llega mientras saboreas el gusto amargo de la de­rrota; lloras las lágrimas de los sueños frustrados. Los castillos que construiste se desmoronaron en un instante: vinieron las ondas de la crisis, y descubriste que habías edificado sobre la arena. Miras a todos lados, y tratas de descubrir qué es lo que salió mal.
Vuelve tus oídos al consejo de hoy. ¿Está Dios contigo? ¿Tienes la segu­ridad de que el brillo seductor del éxito no te llevó a abandonarlo? Luchaste solo; corriste solo. Y, cuando el enemigo apareció, no pudiste hacerle frente.
Por eso hoy, no salgas de casa sin recordar la promesa divina: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé”.
Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 28 de julio de 2011

Bendita Esclavitud la que tenemos con Dios...

Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. 1 Corintios 7:22.
Jesús es el divisor de aguas. El lindero entre el pasado y el futuro; entre lo que nunca debió haber sido y lo que será. Si no conoces a Jesús, tienes todo por conocer. Jesús es todo. En él, convergen las victorias y las derrotas. Las victorias, como el punto de partida de una nueva experiencia, y las de­rrotas, como el fin de una vida sin sentido. En Jesús, el ciego descubre la luz; el paralítico percibe que puede andar; los leprosos renacen y los muertos se encuentran de nuevo con la vida.
Jesús trasciende el tiempo. En él, las horas se detienen; se vuelven un per­manente presente, no pasan. Él es la propia eternidad. Cuando Jesús llama, el esclavo ve el milagro de sus cadenas rotas. No más grillajes atados a sus pies: no más humillación; no más hábitos perniciosos que dominan ni vicios que se apoderan de los momentos más bellos. La culpa no te martiriza más. Puedes contemplar el nacimiento del sol desde las alturas de la libertad, y observar el abrir de una flor sin que el látigo del capataz hiera tus espaldas.
Cuando él llama, el libre se convierte en esclavo; esclavo del amor. Sirve, porque es su deleite servir; porque entiende que una eternidad de servicio no será suficiente para pagar el sacrificio de amor que se pintó de rojo en un madero en forma de cruz.
Ignora la belleza del evangelio el que vive atormentado por las reglas. Tú solo percibes que existe ley de tránsito cuando cruzas el semáforo en rojo; mientras lo respetes, conducir es un placer.
Mal entiende el amor de Jesucristo quien piensa que, por causa de la gracia, puede vivir sin límites. Existen los límites del amor. Son horizontes sin fin de una existencia abundante para quien respeta las leyes de la vida en este partido entre el bien y el mal.
Por eso, hoy, enfrenta los desafíos de un nuevo día reconociéndote escla­vo del amor. Sirve a tu Dios. Ayuda a tus semejantes; haz felices a las perso­nas que viven a tu lado y que, a veces, perecen por falta de un gesto de cariño.
Nunca es tarde para comenzar de nuevo. Siempre está abierta la posibili­dad de cambiar el rumbo de la vida, porque: “El que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo li­bre, esclavo es de Cristo”.

Jesus Esta Contigo!!!

miércoles, 27 de julio de 2011

Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Éxodo 3:11.
Nadie es capaz de cumplir la misión de la vida sin entender primero la esencia de su ser. ¿Quién eres tú? ¿De dónde viniste y adónde vas?
¿Eres fruto de la casualidad, mediante un fenómeno natural llamado evolución, o saliste de las manos de un Creador, que te colocó en esta vida con una misión? La visión de futuro de cualquier persona depende de su visión de pasado.

Por eso Moisés, cuando recibió la misión de liberar al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, preguntó a Dios: “¿Quién soy yo?” Partir hacia el cumplimiento de la misión sin conocer la esencia del ser puede ser trágico.
Hoy, despunta un nuevo sol; el mismo que se ocultó ayer. Pero, puede ser diferente para ti si recuerdas que un día saliste de las manos de Dios y, aunque la vida te sonrió y conquistaste montañas elevadas, continúas siendo criatura dependiente, e instrumento al servicio de la humanidad.
Haz de este un día de reflexión. Y recuerda: “Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo, para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”,
Jesus Esta Contigo

martes, 26 de julio de 2011

Dios te perfeccione, afirme, fortalezca y establezca...

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesu­cristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. 1 Pedro 5:10.
Marión lucía terrible: el accidente le había deformado el rostro y lo había confinado a una silla de ruedas. A pesar de que todo el mundo le sugería agradecer a Dios por haberle salvado la vida, el joven atleta, de 23 años, no entendía por qué Dios había permitido que le ocurriera aquel accidente, que terminó con sus sueños de una medalla olímpica.
No era culpable del accidente: el conductor del otro vehículo conducía ebrio, y fue Marión quien sufrió las peores consecuencias. ¡Injusto!, desde cualquier punto de vista; menos, desde la perspectiva divina.
La promesa de hoy afirma que los hijos de Dios no están libres de las dificultades sino que, después de haber padecido un poco, él los afirmará, fortalecerá y perfeccionará.
Me gusta la expresión perfeccionará. En griego es kataritzo. Significa cor­tar una piedra de modo que quepa en el lugar exacto. Existe un plan divino y maravilloso para cada vida; nadie vino al mundo por acaso. La felicidad consiste en descubrir y llegar al lugar exacto para el que fuimos creados. A veces, por las cosas de esta vida, perdemos el rumbo, nos deformamos, creamos aristas, y es necesario que pasemos por el esmeril del dolor para ser kataritzo; es decir, perfeccionados y labrados, a fin de ocupar el lugar exacto para el que fuimos creados.
Marión entendió el propósito divino del dolor años después, cuando, por causa del accidente, tuvo que desarrollar otros dones que hubiesen que­dado adormecidos de haber continuado con su carrera de atleta.
Hoy, solo agradece a Dios. Sabe que el Señor, en su sabiduría infinita, aprovechó el trágico accidente para llevarlo “al lugar exacto”.
Por eso, hoy, no te desanimes ante del dolor. Recuerda siempre que “el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”.

Jesus Esta Contigo!!!

lunes, 25 de julio de 2011

Bienaventurado...

Sabes por qué un árbol es perfecto? Porque se limita a obedecer al Señor… Crece sólo para Su gloria y según Su voluntad, y produce exactamente lo que se le ha ordenado.
Da frutos y flores; es fuerte y bello, cumple su misión en la vida. Jamás se rebela; se somete y cede, se doblega e inclina ante la Voluntad de Dios. Sonríe todo el día y alza sus frondosos brazos en alabanza al Señor…

“Bienaventurado el varón cuyo deleite es la ley del Señor. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará!” (Sal.1:1-3).
Jesus Esta Contigo!!!

viernes, 22 de julio de 2011

Bienaventurado el Varon que soporta la tentacion

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12
Dios jamás habría presentado esta bienaventuranza si la victoria sobre el pecado no fuese segura. Al morir Jesús en la cruz y al resucitar el tercer día, estaba clavando la estocada fatal en el mismo corazón del enemigo de las almas.
Satanás, hoy, es un enemigo derrotado, agonizante… gimiendo los ester­tores de la muerte. No tiene más derecho de vencer a nadie; no tiene con­diciones. Todo lo que puede hacer es tentarte; obligarte a ceder, no. Si caes es porque, de alguna manera, decidiste caer. Si hay algo que el enemigo no puede hacer es obligarte a hacer lo que no quieres.

No estás solo. Cuando caes de rodillas, Dios envía millares de ángeles para auxiliarte. La batalla es dura, pero la victoria es segura.
Hoy puede ser el día de victoria que tanto esperabas; hoy puedes levan­tarte de las cenizas. Camina por la vida sin temor; levanta la frente en alto. Tu enemigo está a tus pies. La hora final le llegó. ¡Hoy es tu oportunidad!
Sal en el nombre de Jesús, y enfrenta todo lo que venga por delante sa­biendo que a tu lado marcha alguien que no conoce la derrota. Y no te olvi­des: “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”.
Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 21 de julio de 2011

Eres bendito mi Dios..

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ben­dijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.Efesios 1:13.
Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, se dirigió, un día, a cierto gru­po de personas, y les dijo: “Vosotros sois hijos del diablo y las obras de vuestro padre, el diablo, queréis hacer”. Personalmente, creo que esta fue una de las declaraciones más fuertes de Jesús. Esto es, fuertes, desde nuestro punto de vista; pero, el Señor no los estaba agrediendo; simplemente estaba describiendo la triste situación del ser humano natural.
El ser humano solo necesita nacer, para pertenecer al reino de las tinie­blas. No es una opción; todos nacemos en pecado y destituidos de la gloria de Dios. Pero, nadie se va a perder por eso, porque Dios proveyó el remedio; y el remedio es Jesús. Ese es el mensaje del texto de hoy. Pablo resalta a Dios como el Padre de Jesucristo no porque Jesús sea menos que Dios el Padre, sino porque desea poner de relieve la bendición espiritual con la que fuimos bendecidos, en los lugares celestiales, al pasar de nuevo a formar parte del Reino de Dios; al volver a ser
hijos de Dios.
Juan lo expresa de otra forma: “Amados, ahora somos hijos de Dios”. Y antes, ¿de quién éramos hijos? “Antes”, cuando no conocíamos a Jesús; cuando vagábamos sin rumbo, en el reino de las tinieblas; cuando nos diri­gíamos inexorablemente hacia la muerte; cuando no teníamos esperanza, y si la teníamos, estaba limitada solamente a las cosas pasajeras de este mundo, éramos hijos del pecado.
Pero, todo eso ya pasó. Es historia. Una historia triste, tal vez; pero quedó enterrada en el polvo del olvido porque el Señor Jesucristo vino a este mun­do, y no tuvo vergüenza de llamarse nuestro hermano, al asumir nuestra naturaleza y cargar con nuestros pecados.
Por eso hoy, sal hacia el cumplimiento de tus deberes con la frente en alto. Eres un príncipe en el Reino de Dios.
Nada le debes al enemigo: tu vida fue clavada en la cruz del Calvario, en la persona de Jesús. Eres libre para soñar, para vivir, para volar hacia el destino glorioso que Jesús te preparó desde antes de la fundación del mundo: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”.
Jesus Esta Contigo

El amor...

Filipenses 1:9 Y esta es mi oracion: que vuestro amor abunde aun mas y mas en conocimiento y en todo discernimiento, Romanos 12:9 El amor sea sin hipocresia; aborreciendo lo malo, aplicandose a lo bueno. 1 Juan 3:18 Hijitos mios, no amemos de palabra ni de lengua, sino de obra y en verdad.

miércoles, 20 de julio de 2011

Si nunca

Si nunca rompes un racimo de uva en el lagar, nunca tendras un vaso de vino sobre tu mesa.
Si nunca te arriesgas a perder, nunca te das la oportunidad de ganar.


Si nunca afrontas la pena de partir, nunca conoceras la alegria del regreso.


Si nunca sufres muriendote en la siembra, nunca te gozaras renacido en la cosecha.


Si nunca te dueles bajo el peso de tu culpa, nunca saborearas el alivio del perdon.


Si nunca mueles los granos de tu trigo, nunca conoceras el sabor del pan.


Si nunca afrontas el miedo de dejar de ser como eres, nunca descubriras la alegria de ser como puedes ser.


Si nunca estas dispuesto a dejar todo lo que tienes, nunca sentiras que lo tienes libremente.


Si nunca estas dispuesto a morir por una causa, nunca sabras para que vives.


Si nunca encaras tu pena y dejas de reir para llorar, nunca conoceras la dicha del que deja de llorar para reir.


Si nunca te arriesgas a cruzar el rio, nunca sabras lo que te aguarda en la otra orilla.
Jesus Esta Contigo!!!

martes, 19 de julio de 2011

Dios nunca miente, y El no va a faltar a sus promesas

Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;
para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros. Hebreos 6:17-18
Es imposible que Dios mienta; sus promesas son seguras. Y los que corren con el fin de apode­rarse de la esperanza que tenemos en él son consolados.
La esperanza es la luz en medio de la oscuridad. No la ves; la sientes en tu corazón. Es una voz que te anima: “No todo está perdido. Necesitas confiar en Jesús. Él siempre cumple sus promesas; jamás miente”.
Mientras vivas en este planeta de dolor y de aflicciones, las nubes de las dificultades oscurecerán tus días, muchas veces. En esas horas, la esperanza es la palanca que te levanta; la fuerza que te impulsa; la motivación que la
victoria requiere.
No te desanimes. ¡Hoy es un nuevo día! Hay sol por encima de las nubes que anuncian lluvia. La tormenta pasará; nada dura para siempre. Solo la esperanza. La Biblia fue escrita “para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”.
Jesus Esta Contigo!!!

viernes, 15 de julio de 2011

El resultado de las buenas obras...

El cual pagará a cada uno conforme a sus obras. Romanos 2:6.
Por algún motivo, muchos cristianos no entienden el lugar de las obras en la experiencia espiritual. Las obras no salvan a nadie. La Biblia enseña, con claridad meridiana, que la salvación es únicamente por la gracia maravillosa de Jesús.
Este mensaje está presente desde el libro de Génesis, cuando un cordero, que simbolizaba a Jesús, era sacrificado a fin de resolver el problema de la desnudez humana; pasando por el pueblo de Israel, en que cada israelita tenía que ofrecer a Dios un corderito, como expiación por su pecado, hasta el libro de Apocalipsis, que termina diciendo: “La gracia del Señor esté con todos vosotros”.
Pero, el texto de hoy es también claro, al afirmar que el resultado final de la gracia son las buenas obras y que, finalmente, seremos juzgados por lo que hicimos o dejamos de hacer.
La gracia no está reñida con las obras; ambas tienen lugar en la experiencia de una persona que ha entregado su vida a Jesús. La gracia es la causa de la salvación; las obras, son su resultado. La confusión sucede cuando cambia­mos los papeles, y pensamos que las obras nos califican para la salvación; o, ya que fuimos salvos en Cristo, no necesitamos preocuparnos por las obras.

La otra confusión surge cuando deseamos que las buenas obras sean el resultado de nuestro esfuerzo. Si para alguna cosa vale el esfuerzo humano, es para buscar a Jesús y mantener, con él, un compañerismo diario a través de la oración, el estudio de la Biblia y la testificación.
¿Por qué se necesita esfuerzo? Porque la naturaleza humana, que todavía cargamos, nos conduce lejos de Dios; no es natural que quiera vivir en co­munión con Jesús.
Pero, el hecho de que no sea natural no significa que debas quedarte vegetando en el terreno de la mediocridad espiritual, y aceptes pasivamente una vida de derrotas espirituales.

La victoria es posible con Jesús. Por eso, el libro de Apocalipsis está re­pleto de promesas para los vencedores. La victoria no es una fantasía, ni una utopía, ni algo reservado solo para quienes tienen gran fuerza de voluntad. La victoria es un presente de amor, que Jesús ofrece a los que, con humildad, lo buscan. Haz de este día un día de victorias espirituales y de muchas obras, sa­biendo que Dios “pagará a cada uno conforme a sus obras"
Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 14 de julio de 2011

La hermosa historia de la niña y sus perlas...

Jenny era una linda niña de cinco años de ojos relucientes.Un día mientras ella con su mamá visitaban la tienda, Jenny vio un collar de perlas de plástico que costaba 2.50 dólares.
¡Cuánto deseaba poseerlo!
Preguntó a su mamá si se lo compraría, su mamá le dijo: Hagamos un trato, yo te compraré el collar y cuando lleguemos a casa haremos una lista de tareas que podrás realizar para pagar el collar.
Y no te olvides que para tu cumpleaños es muy posible que tu abuelita te regale un billete de un dólar enterito, ¿Está bien…?
Jenny estuvo de acuerdo, y su mamá le compró el collar de perlas.
Jenny trabajó con tesón todos los días para cumplir con sus tareas, y tal como su mamá le mencionara, su abuelita le regaló un billete nuevo de un dólar para su cumpleaños.
En poco tiempo Jenny canceló su deuda. ¡Jenny amaba sus perlas!
Ella las llevaba puestas a todas partes:
En la escuela, en la cama, y cuando salía con su mamá a hacer los mandados el único momento que no las usaba era cuando se bañaba, su mamá le había dicho que las perlas con el agua le pintarían el cuello de verde…
Jenny tenía un padre que la quería muchísimo.
Cuando Jenny iba a su cama, él se levantaba de su sillón favorito para leerle su cuento preferido.
Una noche, cuando terminó el cuento, le dijo:
-Jenny, ¿tú me quieres?
-Oh si papá, ¡tú sabes que te quiero!.
-Entonces, regálame tus perlas.
-Oh, papá !No, mis perlas no!. Pero te doy a Rosita, mi muñeca favorita.
¿La recuerdas?, tú me la regalaste el año pasado para mi cumpleaños.
Y te doy su ajuar también, ¿está bien papá?
-Oh no hijita, está bien, no importa, (dándole un beso en la mejilla).
Buenas noches pequeña.
Una semana después, nuevamente su papá le preguntó al terminar el diario cuento “Jenny, tú me quieres?”…
-¡Oh si papá, tú sabes que te quiero!.
-Entonces regálame tus perlas.
-¡Oh, papá! ¡No mis perlas!, pero te doy a Lazos, mi caballo de juguete, ¿lo recuerdas? Es mi favorito, su pelo es tan suave y tú puedes jugar con él y hacerle trencitas. Tu puedes tenerlo si quieres papá.
-Oh no hijita, está bien… (Dándole nuevamente un beso en la mejilla)
Dios te bendiga, felices sueños.
Algunos días después, cuando el papá de Jenny entró a su dormitorio para leerle un cuento, Jenny estaba
sentada en su cama y le temblaban los labios:

-Toma papá, dijo, y estiró su mano.
La abrió y en su interior estaba su tan querido collar, el cual entregó a su padre.
Con una mano él tomó las perlas de plástico y con la otra extrajo de su bolsillo una cajita de terciopelo azul.
Dentro de la cajita había unas hermosas perlas genuinas. El las había tenido todo este tiempo, esperando que Jenny renunciara a la baratija para poder darle la pieza de valor…

Y así es también con nuestro Padre Celestial.
Él está esperando a que renunciemos a las cosas sin valor en nuestras vidas para darnos preciosos tesoros.
¿No es bueno el Señor?
Esto me hace pensar las cosas a las cuales me aferro y me pregunto:
¿Qué es lo que Dios me quiere dar en su lugar?
“Oh que regalo precioso, Cristo me dio, llenó mi alma de gozo, y me salvó; ahora puedo cantar, en alta voz,y puedo testificar, que Él me SALVÓ”
Jesus Esta Contigo!!!

miércoles, 13 de julio de 2011

Somos muy importante para Dios

Pues aun vuestros cabellos están todos contados. Mateo 10:30.El dolor es como el viento en medio del desierto: sopla inclemente, castiga, duele; hace sufrir. Y, en esas horas, te sientes solo y abandonado. Es hu­mano. Hasta el Señor Jesús, en la hora de dolor, pensó que su Padre lo había abandonado.
hay momentos en que todo parece complicado y nos sentimos como hojas secas, arrastradas por el viento. Pero entonces, viene la afirmación de Jesús, registrada en el versículo de hoy. Aunque pienses que a nadie le importa tu existencia, a Jesús sí le interesa, “pues aun tus cabellos es­tán contados”.
¿No es animadora la promesa divina? ¿A quién le importa un cabello? A nadie. Y ¿cuántos cabellos hay en las cabezas de todo el mundo? ¡Incontables! Nadie se daría el trabajo de contarlos. ¿Para qué? ¿Qué importancia tiene un cabello? Para Dios, mucha. Tanto es así que toma interés. Y tú ¿no vales más que un cabello?
Yo sé que este mundo es cruel. Más crueles somos los seres humanos que, cuando queremos hacer sentir insignificante a una persona, sabemos qué de­cir y cómo decirlo. Pero, si tú eres una de esas personas heridas por la vida; si te sientes solo y abandonado; si crees que nadie te ama; si hay horas en que, al mirarte en el espejo de la vida, tú tampoco te aceptas. Si esto es así, piensa en la maravillosa figura que Jesús usa en el versículo de hoy para decirte que tú eres muy importante para él.
Tu valor no se mide por lo que tienes o por lo que eres, sino por lo que Dios piensa de ti.

Jesus Esta Contigo!!!

martes, 12 de julio de 2011

Solo 3 deseos...

Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro Magno –356-323 A.C.– rey de Macedonia –336-323 A.C.– conquistador del Imperio persa, y uno de los líderes militares mas importantes del mundo antiguo convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:
Que su ataud fuese transportado por los más eminentes médicos de la época.
Que fueran esparcidos por el camino hasta su tumba los tesoros que había conquistado –plata, oro, piedras preciosas, etc.
Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataud, a la vista de todos.
Uno de sus generales, admirado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones.

Alejandro explicó:

Quiero que los mas eminentes medicos carguen mi ataud para mostrar que ni ellos tienen, ante la muerte, el poder de curar.Que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen. Que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.

Ya que no podemos evitar la muerte, busquemos y tratemos de alcanzar aquello que sí se marchará con nosotros. Finalmente no sabemos si serán sabios o necios, los que heredarán todo el fruto de nuestro esfuerzo o afanes.
Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas. Provervios 3:6
Jesus Esta Contigo!!!

lunes, 11 de julio de 2011

Jehova te restituira...

Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. Joel 2:25.
“Restituir”, en el original hebreo, es shalam. Literalmente, significa estar en paz con Dios. Hubo muchos períodos tristes en la historia de Is­rael. La tristeza no era el problema; el problema era que se alejaban de Dios, siguiendo sus propios caminos. Y el resultado de esa actitud de terquedad hu­mana era triste: desgracia; derrota; humillación delante de los enemigos; tie­rras desiertas o, en la mejor de las hipótesis, destruidas por las plagas.
Lamentablemente, los seres humanos solo percibimos las tragedias del cuerpo: hambre, necesidad, falta de abrigo. Cosas útiles, tal vez, pero son ape­nas consecuencias de la raíz de todos los problemas, que es el alejamiento de Dios.
Sin embargo, la historia nos muestra que, cada vez que el pueblo desobe­diente se arrepentía de su actitud rebelde y se volvía de sus malos caminos, la promesa divina era promesa de restitución. El pacto de paz que el pueblo había violado era restaurado por el Señor y, en consecuencia, las bendiciones regresaban como si nunca se les hubiesen retirado.
La tragedia de la humanidad es que solo espera las bendiciones, pero no desea regresar, de corazón, a los caminos de justicia. Multitudes llenan estadios en busca de una bendición material, pero el corazón continúa vacío, porque el verdadero problema es el distanciamiento de Dios.
Por eso, a lo largo de la Biblia encontramos, una y otra vez, la invitación divina a regresar. En Génesis, Dios llega al Jardín y llama a sus hijos: “¿Dónde están?” En Apocalipsis, el último libro de la Biblia, las últimas palabras son: “Y el Espíritu y la esposa dicen ven, y el que oye diga ven, y el que tiene sed, venga”.
¿Cuántas veces tendrá que llamarte el Señor Jesús, para que entiendas que, sin él,
nada de lo que logres en este mundo tiene sentido? ¿Cuántas veces ten­drá que dormir a la intemperie, esperando que le abras el corazón?
¡Hoy es el día de buena nueva! Hoy es el día de salvación. No salgas de casa sin la seguridad de que has regresado al Señor. “Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros”.

Jesus Esta Contigo!!!

viernes, 8 de julio de 2011

El ahora

Cuenta una historia que el sabio Confucio animó a uno de sus discípulos a caminar por un bosque.

Mientras el maestro paseaba distraídamente, silbando y observando los árboles y los pájaros con los que se iba cruzándose por el camino, su acompañante parecía nervioso e inquieto.

No tenía ni idea a dónde se dirigían.

Harto de esperar, finalmente el discípulo rompió su silencio y le preguntó: ¿ A dónde vamos ?…. Y Confucio, con amable sonrisa en su rostro, le contestó: “ya estamos”.
Jesus esta contigo!!!

jueves, 7 de julio de 2011

Y tu sientes un vacio muy grande?... Lee esto.

Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma, no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Mateo 10:28.
Dolores llegó a la casa cansada del trabajo, y encontró las luces apagadas, un silencio atemorizante, profundo; y las cosas bañadas de soledad. Antes de encender la luz, trató de escuchar. Nada. Solo el vacío; ese vacío que duele en el interior y va creciendo lentamente, hasta llegar a los ojos.
Hacía dos años que había salido de la casa de sus padres, esperando en­contrar su “espacio”. Ahora tenía “demasiado” espacio, aunque su departa­mento, de un solo ambiente, era pequeño.
Aquello que la joven abogada llamaba “su espacio”, en realidad era liber­tad para vivir sin restricciones. Le molestaba que los padres le estuviesen ha­blando de lo que debía o no debía hacer. Se consideraba lo suficientemente grande como para escoger su propio camino. Y lo hizo.
Al principio, todo le parecía fascinante: tenía un buen empleo, automóvil propio, y estaba pagando el pequeño departamento que comprara. Vivía una vida sin reglas; no quería siquiera oír hablar de ellas. Se dejaba llevar por el instinto. Y empezó a experimentar sensaciones que jamás imaginó que exis­tiesen.
Pero, los días fueron pasando. Y las cosas empezaron a parecerle dema­siado huecas. Esto la llevó a continuar buscando nuevas sensaciones. Pero, su vida parecía una pompita de jabón: bella y atractiva por fuera, y nada por dentro.
El vacío de aquella tarde, al llegar a casa, en realidad era el vacío de su corazón. Físicamente, todo le iba bien; interiormente, se caía a pedazos, y se negaba a aceptarlo.
Cuando el Señor Jesús, en cierta ocasión, dijo que no se debía temer a los que matan el cuerpo, sino al que mata el espíritu, estaba hablando justamen­te de lo que Dolores sentía. Las grandes necesidades no son las del cuerpo. Lo que da sentido a las consecuciones materiales es la satisfacción interior. Y esa satisfacción solo puede proporcionarla Jesús.
La soledad del espíritu, el hambre del corazón y la sed del alma son expe­riencias tan traumáticas que transforman
la vida en una rutina torturante y sin sentido, capaz de anular, incluso, las ganas de vivir.
Por eso, hoy, acuérdate de las palabras de Jesús: “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.

Jesus esta contigo!!!

miércoles, 6 de julio de 2011

El engaño

Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su co­razón se engrandecerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana. Daniel 8:25.
Sagacidad, astucia, engaño; armas mortales en las manos del enemigo de Dios. A fin de cuentas, él solo tiene dos maneras de llevarte a la destruc­ción: por la fuerza o por el engaño. La fuerza no le da mucho resultado: a lo largo de la historia, cada vez que ha usado la fuerza, el pueblo de Dios ha sido más fiel. En el dolor y la persecución, los hijos se vuelven al Padre en busca de protección.
Ya el engaño es un arma que le da buenos resultados. Te hace creer que
el camino que sigues te lleva a la vida y, sin embargo, te conduce a la muerte. Disfraza la verdad, la camufla y te convence del error.
El versículo de hoy es una profecía que habla de las actividades del ene­migo de Dios, disfrazado: “Con sagacidad hará prosperar el engaño en su mano”. Aquí se habla de prosperidad, de aparente
victoria. Llegará un mo­mento, en la historia, en que el bien dará la impresión de haber sucumbido delante del mal. Las personas serán confundidas; llamarán al mal bien, y al bien, mal.
Al ver que multitudes lo siguen, la profecía añade que “su corazón se engrandecerá”. Llegará al punto de pensar que es Dios, y reclamará la ado­ración de todos. Como esto no sucederá, porque siempre existirán personas fieles a la Palabra de Dios, “sin aviso destruirá a muchos”, completa el profeta Daniel. ¿Puedes creer que, en el final de los tiempos, habrá gentes que serán perseguidas por no integrarse a la mayoría?
La única manera de ser “vacunados” contra el engaño es conocer la ver­dad. Y la verdad es la Palabra de Dios.
¿Qué harás con ella? ¿La guardarás en el estante de libros? ¿La colocarás en la sala, como una pieza de decoración? ¿O la abrirás, deseoso de conocer el plan que Dios tiene para ti?
Haz de este día, un día de estudio de la Biblia.
El tiempo que empleas en tu devoción personal es una inversión para la vida eterna. No salgas sin la certidumbre de que el Señor Jesús va contigo. Y no te olvides: “Con su sagacidad hará prosperar el engaño en su mano; y en su corazón se engran­decerá, y sin aviso destruirá a muchos; y se levantará contra el Príncipe de los príncipes, pero será quebrantado, aunque no por mano humana”.
Jesus esta contigo!!!

martes, 5 de julio de 2011

La leccion que nos da la mariposa.

Un día, un hombre sentado al borde del camino bajo un árbol, observó cómo la oruga de una crisálida de mariposa intentaba abrirse paso a través de una pequeña abertura aparecida en el capullo. Estuvo largo rato contemplando cómo se esforzaba hasta que, de repente, pareció detenerse y que había llegado al límite de sus fuerzas: no conseguiría ir más lejos. O así creía él.

El hombre decidió ayudar a la mariposa: agarró una tijera y ensanchó el orificio del capullo. La mariposa, entonces, salió fácilmente. Pero su cuerpo estaba blanquecino, era pequeño y tenía las alas aplastadas. El hombre continuó observándola, porque esperaba que, en cualquier momento, sus alas se abrirían y estirarían y el insecto se echaría a volar. Nada ocurrió. La mariposa vivió poco y murió. Nunca voló, y las pocas horas que sobrevivió las pasó arrastrando lastimosamente su cuerpo débil y sus alas encogidas.

Aquel caminante, con su gentileza y voluntad de ayudar, no comprendió que el esfuerzo necesario para abrirse camino a través del capullo era la manera que Dios había dispuesto para que la circulación de su cuerpo llegara a las alas, y estuviera lista para volar una vez hubiera salido al exterior.

Algunas veces, justamente es el esfuerzo lo que necesitamos en nuestra vida. Si Dios nos permitiese vivir sin obstáculos, quedaríamos inválidos. Nunca llegaríamos a nuestra plenitud.

Por eso…

Pedimos fuerzas… y Dios nos da dificultades para hacernos fuertes.
Pedimos sabiduría… y Dios nos da problemas para resolver.
Pedimos prosperidad… y Dios nos da cerebro y músculos para trabajar.
Pedimos coraje… Y Dios nos da obstáculos para superar.
Pedimos amor… Y Dios nos da personas con problemas para ayudar.
Pedimos favores… Y Dios nos concede oportunidades.
Parece que no recibimos nada de lo que hemos pedido… pero recibimos todo lo que necesitamos.


Vivamos la vida sin miedo, enfrentemos todos los obstáculos e intentemos superarlos. La ayuda de Dios no nos faltará porque todo eso forma parte de su plan misericordioso sobre nosotros.
Jesus esta contigo!!!

viernes, 1 de julio de 2011

O eres o no eres tu decides...

Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce.
Santiago 3:12.

Diego se despertó jadeando. Había tenido pesadillas toda la noche. Al amanecer el nuevo día y mirarse en el espejo, vio las marcas de una noche mal dormida. Hace tiempo que Diego vivía un tormento; y sabía que era necesario cambiar de rumbo. Se quedaba hasta altas horas de la noche mirando películas de terror. Después, esas imágenes volvían a su inconscien­te durante las horas de reposo, y dificultaban su descanso.
Pero, la angustia de Diego iba más allá. Como el apóstol Pablo, se arrodi­llaba muchas veces y clamaba a Dios: “¿Por qué hago el mal que no quiero y el bien que deseo, no puedo?”
El versículo de hoy trae la respuesta. ¿Puede una fuente emanar agua salada y dulce al mismo tiempo? La respuesta es obvia. Eres lo que lees, oyes y miras. Son los mensajes que colocas en tu mente los que alimentan a la na­turaleza de Cristo o a la naturaleza pecaminosa, que habitan dentro de ti. Si deseas andar en los caminos de Dios, tendrás necesariamente que alimentar a la naturaleza de Cristo.
La incoherencia, en el comportamiento de Diego, era que anhelaba ser un buen cristiano, alimentando a la naturaleza mala. En el momento del accionar, su mente decía una cosa, teóricamente sabía qué camino seguir; pero, el cuerpo lo llevaba a andar por senderos extraños.
Si eres higuera, afirma Santiago, producirás higos. Pero, la tragedia de muchos es que, siendo higuera, quieren producir aceitunas. Y eso no funcio­na; es contrario a la naturaleza.
Haz de hoy un día de revisión de tus fuentes. Coloca en tu mente mensa­jes que alimenten y edifiquen a la naturaleza de Cristo. Revisa tu biblioteca, la colección de tus discos o tus videos. Piensa en los lugares que concurres cuando navegas en Internet. En fin, hazte la vida cristiana más fácil.
Dios está siempre dispuesto a dar fuerzas al cansado. Nada hay que él no pueda hacer en tu vida, si con humildad lo buscas.
Antes de ir hacia tus actividades diarias, recuerda la pregunta de Santia­go: “Hermanos míos, ¿puede la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede hacer agua salada y dulce”.
Jesus esta contigo!!!