Este es un lugar donde exaltamos el nombre de Jehova, Jesus y el Espiritu Santo , donde encontraras mensajes que Dios te envia a ti todos los dias, para que sepas que EL esta contigo, no importando las circunstancias en que te encuentres.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Amate y ama a tus semejantes...

Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Mateo 22:39.
Esta es una orden divina: ama a Dios, pero ámate también a ti. Si no te amas tú mismo, no podrás amar a los demás. Pero, amarse a sí mismo con equilibrio resulta difícil, después de la entrada del pecado en este mun­do. ¡Necesitas sentirte digno de ser feliz y de realizarte como persona! Parece fácil, pero no lo es: implica reconocerte en condiciones de ser querido tal como eres.
El pecado hace dos cosas terribles: o te lleva a creer que eres el centro del universo o hace que te sientas sin ningún derecho de ser feliz. Existe mucha gente que, cuando se mira en un espejo, no puede evitar compararse con los demás, y cree que no vale nada y que no sirve para nada. Eso es lo que apren­dió, desde niño, con la ayuda de padres exigentes que, a veces, le enseñaron a compararse con los demás.
Lo triste de todo esto es que el cuerpo expresa constantemente lo poco que te quieres con malestares y enfermedades. Los problemas de relación también son una evidencia de falta de autoestima, porque lo que haces con­tigo mismo lo haces también con los demás. Gente querida, que vive a tu lado, termina siendo víctima de tu frustración y tu descontento.
Si no te amas a ti mismo, ¿cómo estarás siempre conforme, disfrutando de la vida y valorizando a los demás?
Tu vida se transformará en un calvario de calamidades y en una cadena de desencuentros, errores, fracasos y accidentes, que te harán sentir miserable.
Todo lo que parece estar mal a tu alrededor es resultado de un proceso autodestructivo inconsciente, de una forma de pensar negativa que solo crea problemas.
Pero, la buena noticia es que Jesús vino a este mundo no solo a morir por tus pecados, sino también a devolverte el equilibrio de tu valor. Ama a Dios con todo tu corazón, y el resultado natural de esa entrega será tu propia valorización.
Con este pensamiento en mente, sal para enfrentar las luchas de este nuevo día. Por donde vayas, valoriza a las personas, reconóceles la dignidad, enséñales a crecer. Quiere decir, ámate a ti mismo y proyecta, en los demás, la gratitud que sientes en tu corazón porque Dios te amó primero. No te olvides, ama a tu prójimo, pero como a ti mismo.
Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 29 de septiembre de 2011

Para que estas viviendo?

Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Mateo 5:15.
Hay dos pensamientos en el versículo de hoy. El primero es que todos ve­nimos a este mundo con un propósito. No “se enciende una luz y se pone debajo de un almud”. La luz existe para alumbrar; no puede permanecer oculta. Si, por algún motivo, pierde su propósito, de manera natural pierde, también, su razón de existencia.
Si esto es verdad con relación a la luz, lo es mucho más con relación a ti. Tú eres la luz del mundo; lo dijo el propio Señor Jesús. Por tanto, a fin de que puedas ser feliz y estés realizado en la vida, necesitas descubrir para qué viniste al mundo. Nadie nace por coincidencia: si estás vivo, tienes una misión a cumplir.
El segundo pensamiento es que el cumplimiento de tu misión requiere dedicación. No es simplemente porque tu vida tiene un propósito que ese propósito será alcanzado: hay que colocar la luz “sobre el candelero”.
En cierta ocasión, preguntaron a Tomás Edison en qué radicaba el se­creto de tanta productividad. “Diez por ciento de inspiración y noventa por ciento de transpiración”, fue la respuesta. Edison no se conformó con ser luz, sino también puso la luz sobre el candelero. El cumplimiento de cualquier propósito requiere esfuerzo; nada que valga la pena sucede por acaso. Detrás de cada victoria existen horas de preparación y de ejecución.
¿Cuál es el propósito de tu vida? Jamás lo sabrás, si no vas a la Palabra de Dios. Ella es la fuente de sabiduría: la Biblia te muestra de dónde viniste, por qué existes y hacia dónde vas. Ve a ella en busca de inspiración; Dios te infundirá fuerza y valor a través de su lectura. Pero, después, atrévete a pagar el precio de tus sueños: coloca tu luz sobre el candelero.
¿Y si no hay candelero? Búscalo, invéntalo, fabrícalo; no lo sé. Lo único que no puedes hacer es quedarte de brazos cruzados, esperando que las cosas caigan del cielo.
Con estos pensamientos en el corazón, sal esta mañana a buscar el can­delero. Seguro de que Jesús está a tu lado, pero recordando el consejo del Maestro: “Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa”.
Jesus Esta Contigo!!!

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Porque escrito esta y tu satanas te vas.

Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. Mateo 4:10.
El enemigo de Dios es también tu enemigo. En realidad, tú nada le hiciste;
su odio es gratuito. No puede con Dios, y se las toma contigo porque sabe que tú eres precioso a los ojos divinos, y la mejor manera de tocar el corazón de Dios es hacerte sufrir.
Pero, en fin, ese no es el problema. El pensamiento del versículo de hoy es que la mejor manera de derrotar al enemigo es con la Palabra de Dios. Lo interesante de la historia es que, a veces, la mejor arma que el enemigo usa para derrotarte también es la Palabra de Dios. A Jesucristo, el enemigo se le presentó citando los escritos de los profetas, pero fuera del contexto, arre­glados a su manera, haciéndoles decir lo que él deseaba y no lo que el texto decía. Pero, Jesús conocía bien el texto y lo confrontó con la verdad.
El tema central de hoy es la adoración. Desde el cielo, Lucifer deseó la adoración para sí. Cuando no logra que los seres creados caigan en sus tram­pas, intenta llevar la adoración humana hacia cualquier cosa, menos hacia Dios: adorar cualquier idea, filosofía de vida u objeto ya es adorarlo a él.
Pero, ¿por qué esto es tan importante para el diablo? Por la sencilla razón de que, si retiras tus ojos, tu atención y tu adoración de Dios, ya perteneces al reino de las tinieblas, y consecuentemente, al reino de la derrota, de la mentira, de la mediocridad y de la muerte.
Tú única seguridad, en esta vida, es saber lo que la Escritura dice. No se trata solo de memorizar versículos y repetirlos, como si fuesen un amuleto contra el mal. Se trata de encarnar la Palabra de Dios en tu experiencia; hacerla realidad, vivirla en las varias circunstancias del día. La Palabra de Dios es vida: te lleva a la vida eterna, te muestra el camino, te alumbra, te enseña. Es el mapa para que no te extravíes, en este mundo de dificultades y de tristezas.
Haz de este día un día de comunión con Jesús. Abre la Palabra de Dios, graba sus consejos en tu corazón y, cuando tengas que enfrentar al enemigo, que puede presentarse disfrazado de adversidad, enfermedad o pruebas, haz como Jesús, y dile: “Escrito está”.
Jesus Esta Contigo!!!

martes, 27 de septiembre de 2011

Arrepintamonos porque el reino de los cielos se ha acercado.

Y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. Mateo 3:2.

La voz que clamaba en el desierto era la voz de Juan. Su mensaje era directo, claro, sin medias palabras. Él no estaba preocupado en ser po­líticamente correcto. Tampoco era grosero, al punto de no considerar los sentimientos de las personas. Era un hombre de Dios, y sabía que su misión era preparar el terreno para la llegada de Jesús. Su mensaje era el arrepentimiento. “Arrepentirse”, en griego metanoeo, significa cambiar de manera de pensar; dar media vuelta; reconocer que la senda que estás siguiendo está equivocada y regresar.
Para los judíos, significaba volverse a Dios. ¿Por qué volverse? Porque te hiciste tuyo, cuando perteneces a Dios; te apoderaste de la vida que el Señor solamente te prestó. Dijiste, como el hijo pródigo: “Dame la parte de la hacienda que me pertenece”, cuando nada es tuyo en realidad.
Pero, el pensamiento del texto de hoy no es solamente un llamado al arrepentimiento, sino también muestra el secreto para el arrepentimiento. Porque el
arrepentimiento genuino no es fruto del esfuerzo humano; ningún ser humano es capaz de reconocer que está errado y, mucho menos, de dar media vuelta. El ser humano es terco, por naturaleza. Y torpe. Porque, aunque sus intenciones sean las mejores, solo corre detrás de lo que le causa dolor.
Juan enseña que el arrepentimiento es el resultado del acercamiento del Reino de los cielos;
los otros evangelistas llaman, al Reino de los cielos, “Rei­no de Dios”. El Bautista se refiere a Jesús: Jesús se acerca, y el resultado es el arrepentimiento. La iniciativa es divina; el Señor no me deja abandonado a mi triste decisión. Es verdad que yo había escogido el camino del mal, pero Jesús se acerca, el Reino de los cielos viene a mí, con el fin de mostrarme cuán insensato soy, y para mostrarme un camino mejor.

No intentes cambiar de vida solo; no lo lograrás. Morirás, sangrando, en el desierto de tus buenas intenciones. Simplemente, permite que el Señor te alcance. ¡Deja ya de correr! ¡No te escondas en tu moralismo, ni en tus promesas ni en tu dominio propio! Solo déjate encontrar, porque desde la eternidad Jesús salió a buscarte.
Enfrenta este nuevo día confiando en Jesús, y no en ti. Permite que el Señor trabaje en ti y por ti. Recuerda el mensaje de Juan: “Arrepentios, porque el reino de los cielos se ha acercado”.

Jesus Esta Contigo!!!

lunes, 26 de septiembre de 2011

Jesus va a volver...



Y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno. Mateo 2:23.
Quién vino y de dónde? En el contexto del versículo de hoy, Jesús venía de Egipto; antes de Egipto, provenía de Belén. ¿Y antes de Belén? El problema con los seres humanos es que solo vemos las cosas de la carne. Somos incapaces de entender las cosas del Espíritu, a no ser que Dios opere, en nosotros, el milagro del nuevo nacimiento.
En cierta ocasión, Felipe habló a un amigo acerca de Jesús, y la pregunta del prejuicioso Natanael fue: ¿Puede venir algo bueno de Nazaret? Todos es­taban equivocados: Jesús no provenía ni de Egipto ni de Belén, ni siquiera de Nazaret; él venía del cielo. Desde la eternidad y por la eternidad, había sido uno con su Padre, y lo había dejado todo, por amor al ser humano.
Nadie tiene el derecho de verlo como un simple ser humano. Fue el más extraordinario de los hombres, sí; no hubo, ni lo habrá, jamás maestro como él. En él, la historia converge. Pero, a pesar de todo eso, Jesús no era un sim­ple ser humano: era Dios hecho hombre.
Jamás podré entender la maravilla de su amor. ¿Cuánto valgo yo, para que él lo haya dejado todo y haya venido a buscarme? No lo sabré; ni necesi­to saberlo. Porqué lo único que Jesús desea es que yo crea y que lo acepte, a pesar de no entenderlo.
El texto de hoy afirma que los profetas habían predicho que Jesús sería llamado nazareno, por vivir en Nazaret. Es verdad. Pero, esto no era un sim­ple asunto de gentilicio; en el fondo era, también, una cuestión de incom­prensión. Natanael representaba a la humanidad, al preguntar si de Nazaret podía salir algo de bueno. ¡Pobre ser humano, que solo puede ver las cosas de la tierra! Mientras tus ojos vean apenas el plano horizontal de
la vida, estarás limitado a la confusión y a la desesperación de este mundo.
El mensaje de hoy es un desafío a ver la vida desde la perspectiva vertical. Alza los ojos y mira, en el cielo, a un Dios capaz de mostrarte la solución cuando piensas que todo está perdido.

Sal hoy, a enfrentar los desafíos, pensando en el sentido espiritual de lo que menciona Mateo: “Y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno”.
Jesus Esta Contigo!!!

viernes, 23 de septiembre de 2011

No te comprenden?

Y Ana le respondió diciendo: no, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová. 1 Samuel 1:15.
El diálogo con su madre la había destrozado. Ingrid se preguntaba cómo una mujer tan inteligente y a la que siempre había admirado se mostraba incapaz de aceptar la decisión de la hija.
-¡Te estás volviendo loca! ¡Te han hecho un lavado cerebral! -le gritó.
Los ojos de aquella mujer, dulce y amorosa, ahora destellaban fuego.
El único delito de Ingrid era haber descubierto verdades bíblicas y desear respetarlas. Si, al menos, la madre aceptase estudiar la Biblia con ella, con el fin de comprobar lo que la Palabra de Dios dice… Pero, la señora se negaba, y simplemente respondía:
-¡Necesitas respetar la tradición de la familia!
¿Hasta qué punto la tradición es correcta? Ingrid se sentía incomprendida. Quería ser una mejor persona, y la madre insistía en hacerla sentir peor.
La joven se encontraba sola. Como una flor del desierto, tratando de resistir el vendaval. ¿Alguna vez te sentiste así? Las personas te juzgan, sin entender las razones de tu corazón; te condenan injustamente; te niegan el derecho de explicar.
El texto de hoy presenta la historia de una mujer incomprendida, como Ingrid. Ana había ido al Templo a orar, suplicar y clamar. Lo estaba haciendo en
silencio, aunque sus labios se movían. El silencio es el templo sagrado del alma, que mucha gente trata de profanar. En el silencio de su corazón, Ana conversaba con Dios.
El sacerdote la vio de lejos, y pensó que estaba ebria; la juzgó y la conde¬nó. A pesar de ser un líder religioso, fue incapaz de comprenderla.
Si hasta un ministro de Dios no logró entender el dolor de un corazón angustiado, ¿qué podrías esperar de otras personas? ¡Sigue
adelante! No permitas que la incomprensión ajena interrumpa tu comunión con Jesús. Él te oye. Sabe lo que necesitas; conoce tu dolor. Eso es lo único que importa. Olvídate de lo que los demás piensen.
En tus horas de tristeza; cuando sientas el corazón a punto de explotar dentro de ti; cuando te veas inclinado a retrucar la agresión humana, piensa en la respuesta de Ana: “No, señor, yo no he bebido vino ni sidra, sino que soy una mujer atribulada y estoy derramando mi alma delante de Jehová”.

Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 22 de septiembre de 2011

Y Sambo fue libre por su fe.

Sambo fué un esclavo negro que vivió en la región Sur de los Estados Unidos. Era un Cristiano muy alegre y un fiel sirviente, pero su amo al encontrarse escaso de dinero un día se vio en la necesidad de venderlo. En una ocasión llegó a la casa del amo de Sambo un joven dueño de una plantación para comprarlo.

El joven era inconverso, era un impío pero después de haber hecho los arreglos necesarios sobre el precio de Sambo, este esclavo Cristiano fué vendido a su nuevo dueño.
Al despedirse del joven el antiguo amo dijo: — Ya se dará usted cuenta que Sambo es un trabajador excelente y digno de toda confianza; él complacerá a usted en todo excepto en una cosa.
—¿Cuál es esa cosa?—preguntó el nuevo amo.—Que le gusta mucho orar y nunca podrá usted quitar esa inclinación de Sambo pero ese es su único defecto.
— ¡Ah, si! Pues pierda usted cuidado, porque pronto le quitaré ese defecto a latigazos,—recalcó el impío.
—No temo nada,—dijo el antiguo amo. — pero le aconsejo a usted que no lo haga, sería inútil; Sambo preferirá morir a dejar de orar.
Sambo probó su fidelidad al nuevo amo de la misma manera que lo había hecho con su otro amo; pero pronto llego a oídos del amo que Sambo había estado orando. Le mando llamar y dijo: Sambo, no debes volver a orar jamás; aquí no nos gusta tener a nadie que ore; con que a trabajar y ya sabes que no quiero volver a saber que te ocupas de tales tonterías.—Sambo contestó: —Señor amo, tengo que orar a Jesús; cuando oro, amo mas a usted y a mi ama y además puedo trabajar más duro para ustedes.— Pero seria y terminantemente le fué prohibido orar, bajo pena de una buena azotaina.
Aquella tarde cuando el trabajo del día había tocado a su fin, Sambo habló con su Dios, como lo hizo el Daniel de la antigüedad, y a la mañana siguiente fue llamado a comparecer ante su amo quien disgustadísimo le pregunto por qué lo había desobedecido.

—Señor amo, necesito orar; es que sin la oración no puedo vivir, —dijo Sambo. Al oír ésas palabras, el amo montó en una cólera terrible y ordeno al esclavo que se despojara de la camisa y a otros dijo que le ataran al poste donde acostumbraban castigar a latigazos a los esclavos. Entonces él mismo tomó el látigo y con toda la fuerza de que es capaz un hombre enfurecido golpeó tanto al pobre Sambo, hasta que la misma esposa del amo le rogó con lágrimas en los ojos que dejara de flagelarlo.
El hombre estaba tan furioso que hasta amenazó a su esposa de castigarla si se empeñaba en no dejarlo. Luego siguió pegando a Sambo hasta que se le acabaron las fuerzas. Después mando que le lavaran las heridas de la espalda sangrienta con agua salada; le volvieron a dejar ponerse su camisa y lo mandaron a seguir trabajando. Aunque sus dolores eran indecibles, Sambo se fué a sus labores cantando con voz dolorida: “No hay tristeza en el cielo, Ni llanto ni amargo dolor, Estar con Cristo es mi anhelo Porque El es mi buen Salvador,”
Sambo trabajó duramente aquel día aunque la sangre se filtraba de su espalda herida donde el látigo había dejado hondos surcos. Pero Dios estaba obrando en el corazón de su amo. Se puso a recapacitar en su maldad y crueldad tan refinada para con aquel pobre esclavo cuya única falta había sido su fidelidad.
Se apodero de el un remordimiento tremendo y apesarado e inquieto se fué a tratar de dormir pero no pudo conciliar el sueño por mas esfuerzos que hizo para ello.
Era tal su agonía que a la media noche tuvo que despertar a su esposa y le dijo que estaba muriendo. Entonces su esposa le dijo: —¿Quieres que vaya y traiga al doctor?—No, no; no quiero que venga ningún doctor. ¿Hay alguno aquí en la plantación que pueda orar por mí?—dijo el esposo—Creo y temo que me voy al infierno.
—Pues no sé de nadie que pueda hacerlo—dijo su esposa,—excepto del pobre Sambo a quien castigaste tan duramente esta mañana.
—¿Crees que vendría para orar por mí?—preguntó ansiosamente.
—SÍ, creo que lo haría, —contestó ella.
—Entonces manda traerlo inmediatamente,—dijo el amo.
Encontraron a Sambo arrodillado y orando a Dios. Cuando le sorprendieron en esa actitud, pensó que era para que le castigaran de nuevo pero al llegar al dormitorio de su amo, grande fué su pena al verle retorciéndose de agonía.
Quejándose amargamente el amo dijo -Sambo, ¿quieres orar por mí?— ¡Como no! ¡Bendito sea Dios, señor amo; he estado orando por usted toda la noche —y al decir esas palabras cayó de rodillas y como el Jacob de la antigüedad, luchó con Dios en oración. Antes de romper el alba, Sambo fué testigo de la conversión tanto de su amo como de su ama.
El amo y el esclavo se abrazaron. La diferencia de razas y la crueldad pasadas cayeron como por encanto ante el amor de Dios y lagrimas de gozo se confundieron en aquella ocasión.
Inmediatamente Sambo fué puesto en libertad y ya no tuvo que trabajar en la plantación. El amo se llevo a Sambo y se fueron a predicar el evangelio. Viajaron por todos los estados del Sur, siendo testigos del poder de Cristo para salvar a todos.
Tal es el poder del amor de Dios en el alma donde Cristo mora. “En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado a Dios, sino que el nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.” Juan 4:10.
Jesus Esta Contigo!!!

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Solo es cuestion de reflexionar y aprender...

Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro. Deuteronomio 4:39.
El aprendizaje es el resultado de la reflexión: no existe aprendizaje sin reflexión. Pero, vivimos en un mundo apresurado y no hay tiempo para detenerse y pensar por qué las cosas son como son, o qué lecciones podemos aprender de lo ocurrido.
El consejo de hoy es que debemos reflexionar y aprender que el funda­mento de una vida realizada y feliz es saber “qué Jehová es Dios, arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro”.
Simple. Y, al mismo tiempo, complicado. Simple, para el alma sencilla que abre el corazón a Dios; complicado, para la mente extraviada en los laberintos del racionalismo.
Con frecuencia, Dios permite que el ser humano siga su propio rum­bo. No discute con él; lo deja avanzar por los caminos arriesgados que su naturaleza escoge. Quisiera intervenir, detenerlo, decirle: “Hijo, ese camino te va a llevar a la destrucción”. Pero, no puede: te dio libertad, incluso para abandonarlo, consciente de la temeraria actitud que escogiste.
Sería tan fácil
buscar a Dios y tomar en serio sus enseñanzas; pero, el hombre moderno prefiere escoger sus propios dioses: pequeños, manipulables; dioses de plástico, incapaces de determinar lo que es bueno o malo. Que se limitan a dar el visto bueno al extravío humano.
“Reflexiona y aprende”, es el consejo de hoy. Detente. Deja de correr como si tuvieses miedo de tu propia sombra. Piensa en la manera en que estás viviendo. Reflexiona. Vuelve a pensar una y otra vez.
Si lo haces, tus noches tendrán el brillo de las estrellas, y tus días, el res­plandor del sol. Verás que vale la pena vivir, aunque el dolor toque a la puer­ta de tu corazón; aunque las dificultades aparezcan como nubes cargadas de lluvia. Aprenderás a sonreír mientras
los otros lloran, y a tener esperanza cuando los demás desesperan.
Por eso, hoy, no empieces el día sin recordar la amonestación divina: “Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro”.
Jesus Esta Contigo!!!

martes, 20 de septiembre de 2011

Aprende a pedirle a Dios.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Mateo7:7,8
“No necesito de Dios”, decía Augusto, lleno de orgullo. “Dios es una muletilla que los débiles usan para esconder su fragilidad y falta de valor para enfrentar los problemas de
la vida”.
Brillante como pocos; inteligente, al punto de discutir con los profesores y dejarlos en malos lienzos. Respiraba soberbia. Miraba a
los demás como si él estuviese en un pedestal, por encima de los pobres mortales. La vida, sin embargo, fue cruel con él. Una noche, mientras regresaba de una fiesta, su automóvil salió de la carretera y tuvo un accidente casi fatal. Llevó meses para recuperarse; pero jamás volvió a ser lo que era. Quedó condenado a una silla de ruedas para el resto de su vida.
Tres meses después, regresó al hospital por causa de otro accidente: la si­lla de ruedas resbaló por una rampa, y cayó desde una altura de tres metros. Los
testigos dicen que no aceptó ayuda; no pidió, no buscó, no llamó…
Pedir, buscar y llamar son tres verbos que expresan dependencia. Tú solo pides cuando necesitas, buscas cuando no tienes y llamas cuando deseas en­trar. ¿Sabes lo que Jesús quiere decirte? Que el primer paso del vencedor es reconocer sus limitaciones: tú eres dependiente; no solo de Dios sino tam­bién de las otras personas.

No eres una isla en este mundo; nadie lo es. Todos dependemos de todos. Puedes ser bello como un par de ojos azules, pero necesitas de los pies, por inferiores o detestables que te parezcan. Jamás subestimes a los demás; no los consideres innecesarios. Por abundantes que sean tus talentos, por bri­llante que seas, eres mucho más productivo, más noble y más grande cuando aprendes a pedir, a buscar y a llamar.
Pero, evidentemente, cuando Jesús pronunció estas palabras estaba ha­blando de su infinito amor, listo a ser derramado en la vida de quienes lo reconocen como Dios.
Por eso, hoy, no te atrevas a enfrentar los peligros de la vida sin pedir, buscar y llamar. Jesús está allí, a tu lado, dispuesto a oír tu voz. Quiere ha­certe grande, pero necesitas sentirte pequeño. Si te consideras grande, ¿qué puede él hacer por ti?

Jesus Esta Contigo!!!

lunes, 19 de septiembre de 2011

El beneficio de conocer a Jesus.

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia. 2 Pedro 1:3.
Débora llegó a Río Janeiro, sola, agotada y sin ganas de ver a nadie; los viajes en avión siempre la dejaban así. Había pasado quince horas entre documentación, maletas y escalas. Lo único que deseaba, en ese momento, era darse un buen baño y ponerse a dormir. Pero, las cosas sucedieron de otro modo.
Al salir de la aduana, se aproximó a ella una persona desconocida. Traía el nombre de la joven ejecutiva, escrito con letras grandes en una lámina de cartulina.

-¿Señorita Paredes? -preguntó, a modo de saludo.
Ella asintió. Supuso que aquella era la persona enviada por la empresa y entró en el automóvil negro, que la esperaba fuera del aeropuerto. Ese fue el inicio de una noche de pesadilla, de terror y de muerte.

Su tragedia fue no conocer. Conocer es indispensable: la ignorancia puede conducirte a la muerte. Débora no sabía a quién seguía ni en quién confiaba. San Pedro, en el versículo de hoy, afirma que todo lo relacionado con la vida y las cosas buenas que existen en este mundo “nos han sido dadas por su divino poder”.
¿A qué se refiere Pedro? Al poder maravilloso de Jesús. Pero, añade, tú solo lo recibirás si lo conoces; porque todo eso “nos fue dado mediante el conoci­miento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”.

Hay mucha cosa buena esperando por ti en esta vida. Todo eso proviene de las manos de alguien que te ama y desea conducirte a la vida. Pero, también existe mucha cosa engañosa, espejismo barato e ilusión traicionera, ofrecidos por alguien que intenta conducirte a la muerte. “No todo lo que brilla es oro”: hay metal que reluce, y en poco tiempo solo es óxido venenoso.
El secreto de la vida es conocer. Por eso, Jesús dijo cierta vez: “Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo a quién enviaste”.
La tragedia de Débora fue no conocer a la persona a quien seguía. Ella ya no está viva, para enmendar su decisión; tú, sí. Continúas vivo y puedes eva­luar tus decisiones: ¿A quién sigues? ¿En quién confías?
No salgas hoy a enfrentar los trabajos diarios sin responder esta pregunta. Porque “todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia”.
Jesus Esta Contigo!!!

viernes, 16 de septiembre de 2011

Dios es fiel y su amor es para siempre.

Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo.2 Timoteo 2:13.
Giovanni no entiende la incoherencia de su loco corazón. Ama a la es­posa; ella es lo cotidiano, lo estable, lo seguro. Pero, él necesita de la aventura, lo desconocido, lo pasajero; busca una mujer que lo haga sufrir. ¡Triste realidad! Se ha cansado del amor de la esposa, y ansia el dolor, la indiferencia y la culpa.
La infidelidad está entretejida en las propias células de Giovanni; es su naturaleza. “El pecado que habita en mí”, diría San Pablo.

Lo peor de la infidelidad no es las terribles consecuencias sociales y per­sonales, sino la incapacidad que genera para creer en las promesas divinas: el infiel cree que Dios también es infiel. Cada vez que piensa en el amor divino, lo hace desde su perspectiva humana de amar.

El amor humano, por más sincero y bonito que parezca, está manchado de egoísmo: ama cuando le conviene, esperando algún beneficio como re­torno.
Con Dios, las cosas son diferentes: él ama por el simple hecho de amar. A pesar de lo que el ser humano haga o deje de hacer; simplemente, ama. Su naturaleza es el amor.

El ser humano necesita sentirse amado por Dios, para mirar adelante y vivir la vida victoriosa. Pero, cada vez que piensa en la fidelidad de Dios, mira su propia infidelidad y desespera.
La pregunta que lo desorienta y lo deja confundido es: ¿cómo puede Dios cumplir su promesa, si yo no puedo cumplir la mía?
La respuesta es sencilla: ¡Dios es Dios! Es eterno, y todo lo suyo es, tam­bién, eterno. Podrán pasar los años y los siglos; las edades vendrán una de­trás de la otra, pero la fidelidad y el amor divinos durarán para siempre. Si dejase de amar, se negaría a sí mismo, menciona el versículo de hoy.

Por eso, hoy, encara los desafíos de la vida sin temor. El amor echa fuera el temor; el amor limpia el pasado, redime y transforma. El amor nunca acaba, a pesar de las incoherencias del corazón humano; a despecho de las locuras de la juventud o de los desvaríos de la adultez. El amor seguirá sien­do amor por los siglos de los siglos. Dios es la esencia del amor.

Empieza este día recordando que “si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo”.
Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 15 de septiembre de 2011

El regreso de Jesus...

EL regreso de Jesús a nuestro planeta, para rescatar a la humanidad, es uno de los temas más importantes de la Biblia.
Bryan Singer, director de la película “Superman – El regreso” (2006), dijo en una entrevista que tiene sentido comparar a su héroe con Jesús porque, al fin de cuentas, “Superman es un salvador”.
Superman, creado en 1938 por dos autores judíos (Jerry Siegel y Joe Shuster), entró en escena nuevamente después de un viaje ficticio a su planeta de origen (Kryptón), pero continúa siendo solo un personaje de cine. Pero Cristo es un Salvador real y regresará como un superhéroe real.
El regreso de Jesús a nuestro planeta, para rescatar a la humanidad, es uno de los temas más importantes de la Biblia. Virtualmente, todos los documentos del Nuevo Testamento, con excepción de Filemón, y la primera y segunda carta de San Juan, hacen referencia a algún aspecto de ese acontecimiento. La promesa del regreso de Jesús es enfatizada a través de términos como “venida” (parusía), “manifestación” (epifanía) y “revelación” (apokalipsis).
La imagen dramática de Jesús apareciendo en las nuebes, circundando por millares de ángeles, formaba parte de la imaginación de los primeros cristianos y no desapareció ni siquiera cuando comenzó a quedar en claro que ese glorioso evento podría demorar más de lo que ellos pensaban. La expresión aramea maranata, que significa “el Señor viene”, o “Ven, Señor!” (Comparar 1 Corintios 16:22 y Apocalipsis 22:20) era una conocida oración utilizada por la iglesia cristiana del primero siglo.
En tiempos de crisis y opresión, las personas tienden a preocuparse más por el fin del mundo. Algunas figuras mesiánicas hasta llegan a señalar fechas para ese evento. Pero la esperanza del regreso de Jesús no es el resultado de la imaginación de soñadores desesperados. Es la más sólida realidad, garantizada por la Palabra del propio Dios.
Cuando ese día llegue, el mundo finalmente tendrá su momento de liberación y gloria. En el libro In Praise of Empires (Palgrave Macmillan, 2004), el economista Deepak Lal defiende que la paz y la prosperidad tienen más oportunidades de florecer bajo el paraguas de un imperio, mientras que el caos es más típico de los periódicos posteriores a los imperios. Los imperios humanos pueden incluso hasta facilitar el progreso, pero el precio para los pueblos explotados es muy alto. En contraste con los dominadores humanos, Cristo vendrá para establecer un reino de justicia, paz y prosperidad para todos.
Si también usted cree que algo está mal con nuestro viejo mundo, tiene toda la razón para pensar así. Por otro lado, no hay motivos para desesperarse. Dios tiene la solución para las crisis personales y para las globales de nuestro planeta. El objetivo no es alarmar, sino ofrecer esperanza.
Jesus Esta Contigo!!!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

El andar del reloj.

Trabajo más que cualquier mortal, pero más fácilmente porque lo hago segundo a segundo.
Tengo que hacer miles de tic-tacs para formar un día, pero dispongo de un segundo para hacer cada uno de ellos. No los quiero hacer todos a la vez.

Nunca me preocupo de lo que hice ayer, ni de lo que tendré que hacer mañana. Mi ocupación es de hoy… ¡aquí y ahora!
Sé que si hago lo de hoy bien, no tendré que molestarme por el pasado ni preocuparme por el futuro.
Tú, que eres persona, si quieres vivir tranquilo y tan feliz como yo, no trates de vivir toda tu vida, ni echarte todo el peso de tu trabajo en un solo día. ¡Vive ahora!
Haz el trabajo de cada día en su día. Te convencerás de que si se toma tiempo, siempre hay tiempo para todo.
Hay un modo difícil de hacer el trabajo que tiene que hacerse.
Si quieres encontrar el modo fácil… ¡mírame a mí! Nunca me preocupo, nunca me apresuro… ¡pero nunca me retraso! Lo que tengo que hacer… ¡lo hago!… ¡Ese es el secreto!.

Jesus Esta Contigo!!!

martes, 13 de septiembre de 2011

Fortaleciendonos con todo poder.

Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad. Colosenses 1:11.
WordReference nos dice que longanimidad es Grandeza y constancia de ánimo en las adversidades.
El escritor griego Esopo, que vivió allá por el siglo VI, cuenta la historia de un anciano león que, incapaz ya de obtener alimentos por sus propios medios, decidió valerse de la astucia, para sobrevivir. Se dirigió, entonces, a una cueva, y se tendió en el suelo, gimiendo y fingiendo que estaba enfermo. Los animales, conmovidos al ver al rey enfermo, iban a visitarlo; pero, él los atrapaba y se los comía. Un día, la zorra fue a verlo y, sin entrar en la cueva, desde una distancia prudencial le preguntó:

-¿Cómo está su salud, señor león?
El rey de los animales, jadeante y cansado, le pidió:
-¿Por qué no entras a visitarme?
-Claro que entraría -le respondió la zorra-, si no viera que todas las huellas entran, pero no hay ninguna que salga.
El enemigo de Dios actúa como el león: finge, disfraza, engaña y seduce. Te hace creer que el poder combina con los gritos y los golpes; te hace pensar que la fuerza está relacionada con el dominio, el abuso y el maltrato. Pero Pablo, en el texto de hoy, afirma que la “potencia de su gloria” sirve para toda paciencia y longanimidad.

Los caminos de Dios son diferentes de los senderos establecidos por el príncipe de las tinieblas de este mundo. El Señor Jesucristo murió, y no obs­tante venció. Los hombres pensamos que la muerte es derrota. El Príncipe del universo se humilló y fue exaltado; pero los seres humanos pensamos que la exaltación está relacionada con palco, luces y aplausos.
El consejo de hoy es que, a fin de percibir la vida desde la perspectiva di­vina, es necesario ser fortalecidos por Jesús. Eso significa vivir en comunión diaria con él; convivir minuto a minuto, día a día, mes tras mes, hasta que el carácter del Maestro sea reproducido en nosotros.
Que este sea un día de sumisión y de entrega al poder divino. Que el compañerismo con Jesús sea la gran preocupación de tus horas; y que el carácter de Jesús, reflejado en tu vida, sea una inspiración para los que están a tu lado.
Sal, determinado a enfrentar los embates de la vida en el nombre de Je­sús. Y sé “fortalecido con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad”.
Jesus Esta Contigo!!!

lunes, 12 de septiembre de 2011

El misterio de la reconciliacion.

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación. 2 Corintios 5:18.
El ascensor era lo suficientemente amplio, y tenía capacidad para varias personas. Sin embargo, Clayton prefirió tomar las escaleras, a pesar del maletín pesado; es que Lauro estaba en el elevador, y Clayton no deseaba ha­blar con él. Nadie entendía la situación, porque ambos habían sido amigos hacía mucho tiempo. Lo peor es que los dos se sentían mal con esa situa­ción. Entonces, surgió la presencia de Juana, que sirvió de mediadora para reconciliarlos. Los tres se abrazaron. A partir de aquel día, Clayton y Lauro volvieron a sonreír.


No sé si percibiste que, cuando estás disgustado con alguna persona, no tienes paz en el corazón. Esa era la situación del ser humano después de caer en el pecado. Recuerda que lo primero que hicieron Adán y Eva, después de la desobediencia, fue huir y esconderse de la presencia de Dios. Esa situación tampoco dejaba feliz a Dios, porque amaba al ser humano y sufría al verlo huyendo de su amor. ¿Qué hacer?


El texto de hoy enseña que la iniciativa de la reconciliación fue divina. “Todo esto proviene de Dios“, aclara Pablo. El ser humano no se salva por­que quiera salvarse, sino porque Dios quiere hacerlo: es Dios quien lo busca, incansablemente, hasta encontrarlo.
A fin de que su presencia gloriosa, de santidad y de pureza, no destruya al pobre pecador, Dios se vale de un Mediador; y ese mediador es Cristo. “Quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo”. Aquí, encontramos la idea de que había una distancia enorme entre Dios y el hombre, y Cristo se cons­tituyó en el puente a través del cual podemos tener otra vez acceso al Padre. Con su naturaleza divina el Señor Jesús toma la mano del Padre, y con su naturaleza humana extiende su otra mano en dirección al hombre caído, a fin de rescatarlo. Y, de esta manera, reconcilia al hombre con Dios.
Todo lo que necesitas hacer es aceptar que Jesús te tome de la mano. Y hoy puede ser ese gran momento, porque cada mañana es siempre una nue­va oportunidad.
No salgas, sin saber que “todo esto proviene de Dios, quien nos reconci­lió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación”.

Jesus Esta Contigo!!!

viernes, 9 de septiembre de 2011

El nombre de Jesus.

Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.
Hechos 4:10

El otro día, un joven me preguntó por qué hoy Dios no sigue operando milagros, como en los tiempos apostólicos. La verdad es que sí, los sigue operando hoy como ayer. Solo que, en los tiempos apostólicos, la iglesia necesitaba más de ellos porque representaban una especie de credencial de poder, para establecer la obra del evangelio.
El texto de hoy menciona el nombre de Jesucristo. En los tiempos apostólicos, los grandes milagros ocurrían “en el nombre de Jesús”. Mirando hacia aquellos tiempos, el pueblo cristiano corre el peligro de banalizar el nombre de Jesús, creyendo que es una especie de fórmula mágica para resolver todo tipo de problemas.
En la Biblia, el nombre de una persona simbolizaba su carácter. Hacer las cosas en el nombre del Señor es vivir la vida que él vivió, reflejar su carácter y andar en sus caminos.
Cuando Jesús estuvo en esta tierra, advirtió que, en el día final, muchos que estarán condenados a la muerte eterna se presentarán a él, alegando que habían hecho milagros en “su nombre”. Y la respuesta del Maestro será: “Yo no os conozco, apartaos de mí, obradores de maldad”.
¿Puede un obrador de maldad hacer milagros en el nombre de Jesús? ¡Evidentemente que sí! Esas personas se limitaron a mencionar el nombre, pero se resistieron a reflejar el carácter del Salvador. Hoy es un día para meditar. ¿Hasta qué punto el carácter de Jesucristo se refleja en mi vida?
Ve a Jesús esta mañana, y permite que él conduzca tus caminos. Y prepárate para los grandes milagros que el Señor está dispuesto a obrar en la vida de los que lo buscan de todo corazón y con toda humildad. “Sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano”.
Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 8 de septiembre de 2011

No te disgustes con los demas.

Muchas personas viven en un disgusto casi permanente, pudiendo evitarlo.

Quizás te encuentres en esa situación.

Seguramente hay comportamientos que te molestan de las otras personas.

Quizás te moleste algo que dijo o hizo, o no dijo o no hizo una persona cercana.

Si no le comunicas lo que te perturba, el otro no tendrá ninguna oportunidad de modificar su conducta.


Hay muchas personas que acumulan estas molestias por días, meses y años.

Y un día ya no lo pueden soportar, rompiendo una relación.

Si se analizan las causas, se descubrirá que los motivos no son tan importantes, pero se sumaron a través del tiempo.

Es mejor que aclares y resuelvas las situaciones a tiempo, antes que crezcan y se acumulen.

En la mayoría de los casos, si la otra persona te aprecia, buscará una manera diferente de proceder.

Muchos agradecerán sinceramente que se lo hayas dicho, pues su intención no era provocarte un daño o un enojo.

¿Y si la otra persona no cambia de actitud o no le importa seguir molestando?

Entonces, es mejor que evites esas situaciones, no te comuniques con determinados temas o evites el contacto con esa persona en las circunstancias que te molestan.

No vale la pena que te arruines el día.

Jesus Esta Contigo!!!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Y tu caminas con Jehova o estas caminando solo?

Y Jehová me dijo: Diles: No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos.
Sandro se da vuelta en la cama; las horas pasan, y no duerme. En la penumbra de su mente, se abrazan los recuerdos y los olvidos; se encadenan sus miedos con sus fracasos.

Y aquellas luchas internas parecen besar al niño escondido en lo recóndito de sus temores.
Sandro llora el dolor del fracaso. Su mundo se ha derrumbado en pedazos; sus sueños se han transformado en pesadillas. Él se consideraba un águila que surcaba el espacio azul; el cielo infinito era su límite. Tal vez por eso, su caída fue estrepitosa. Quién sabe, tal vez por eso su orgullo sangra, como herida abierta.

El Señor lo advirtió muchas veces, pero parecería que la criatura insiste en no aprender: “No subas ni pelees, si rio estoy contigo. No te atrevas a enfrentar los desafíos que la vida te presenta, si no tienes la convicción de que estoy a tu lado”.
Sandro fue a la “guerra” solo. Al principio, parecía que las cosas le iban bien; que no necesitaba de Dios. Repentinamente los vientos favorables de la economía empezaron a soplar en dirección contraria, y el joven promisorio percibió que su embarcación se iba a pique.
Luchó con todas sus fuerzas; como un león hambriento, buscando la supervivencia. Todo falló. El barco se hundió definitivamente, y ahora Sandro llora el error de haber salido en solitario a enfrentar las batallas de la vida.
El otro día, un hombre incrédulo me preguntó:
-¿Cuál es la ventaja de tener a Dios en los negocios? ¿No crees que Dios tiene mucho trabajo, como resolver el problema de millones de niños que mueren de hambre todos los días? ¿Para qué colocar sobre sus hombros el trabajo que yo puedo hacer?

Sí, Dios se preocupa con los niños hambrientos. Pero, se preocupa también por ti, y desea participar de tus sueños. Sandro no es la única persona que llora la tragedia de haber querido triunfar solo. Miles de cadáveres yacen en la historia del éxito, como hojas secas llevadas por el viento del fracaso.
Por eso, hoy, no saigas sin tener en cuenta el consejo divino: “No subáis, ni peleéis, pues no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por vuestros enemigos”.

Jesus Esta Contigo!!!

martes, 6 de septiembre de 2011

Este es el unico remedio para tu vida...

No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama batirán las manos sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad? Nahúm 3:19.
El sol de mediodía castiga la carretera con la fuerza del verano. Un hombre humilde carga un saco de papas sobre sus hombros. Todos lo conocen, en la ciudad, por su espíritu de servicio y su fidelidad a Dios. Al cruzarse en el camino con un muchacho incrédulo, oye la voz socarrona:
-¿Cómo sabes que eres salvo?
El cristiano sigue unos pasos adelante, y deja caer la carga. Entonces, dice:
-¿Cómo sé que se me cayó el bulto? No he mirado atrás.
-No -replica el muchacho-, no has mirado atrás, pero ya no sientes el peso.
-¡Exactamente! -respondió el hombre-. Es por esa misma razón que sé que soy salvo: ya no siento la carga de pecado y de tristeza, y he encontrado paz y satisfacción en el Señor.
El texto de hoy habla de una imposibilidad: “No hay medicina para tu quebradura”, afirma el profeta. Se está refiriendo al pecado: cuando el pecado toca una vida, la anula poco a poco. Los estragos del pecado no aparecen intempestivamente; en la mayoría de los casos, no. Son como los efectos que causa la lepra: en los tiempos bíblicos, el leproso solo percibía su mal cuando su carne empezaba a caer en pedazos; entonces, ya era demasiado tarde. El pobre hombre tenía que abandonar a la familia, a los amigos, el trabajo, en fin. Su futuro era confinarse, con los otros enfermos, en el valle de los leprosos.
En aquellos tiempos, no había remedio para la lepra. Hoy, ayer y para siempre, nunca habrá remedio humano para el pecado. No es solo un asunto de conducta o de comportamiento: es un asunto del corazón. Acompaña al pecador por dondequiera que vaya. La única solución es Jesús. Y él no empieza trabajando por fuera; la fachada es lo último que él restaura. Su maravilloso trabajo de salvación empieza donde está el nido del pecado: en la mente. Él te brinda una nueva mente, nuevas motivaciones, nuevos horizontes. Las cosas pasadas quedan enterradas para siempre, y la vida empieza a partir del encuentro con Jesús.
Recuerda bien esto, a lo largo del día. Y piensa en el planteo del profeta: “No hay medicina para tu quebradura; tu herida es incurable”.
Jesus Esta Contigo!!!

lunes, 5 de septiembre de 2011

Un pensamiento de paz con la compaÑia de Dios...

No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Salmo 27:9.
Julio abrió la caja con cuidado e intriga: era un regalo que, según los primos, el tío José le había dejado antes de fallecer. A Julio le pareció curioso que el tío se hubiese acordado de él ya que, en vida, daba la impresión de que no sentía ningún afecto por el sobrino.
Dentro de la caja, encontró un par de guantes forrados en piel. Como vivía en un clima tropical, no necesitaba de los guantes, y los guardó en una gaveta. Con el tiempo, se olvidó de ellos. Algún tiempo después, lo llamaron para trabajar en una ciudad de clima frío, y entonces se acordó de los guantes. ¡Al fin daría uso a un regalo que siempre consideró una burla del tío!
Al colocar la mano en uno de los guantes, sintió algo que incomodaba el dedo pulgar. Sorprendido, vio que era un billete, enrollado, de cien dólares. Revisó los otros dedos del guante, y descubrió que en cada uno de ellos había un billete de cien dólares. Los billetes habían estado allí todo el tiempo, pero él no se había dado cuenta.
El primer pensamiento que surgió en la mente de Julio fue de arrepentimiento: ¡había estado equivocado todo el tiempo! Creía que el tío se burlaba de él y, por el contrario, el anciano, que no había sido un hombre rico, le estaba dejando una buena herencia.
Es el riesgo que los seres humanos corremos: cada vez que el dolor toca a la puerta de tu corazón, piensas que Dios se ha olvidado de ti o que no le importas. El texto de hoy muestra la oración de David, en ese sentido: él pensaba que, en el momento del sufrimiento, Dios lo abandonaba.
Un día, en el Reino de los cielos, con seguridad serán aclaradas muchas cosas. Entonces entenderás que, todas las veces que pensaste que Dios te había dejado, estaba más cerca de ti de lo que tú podías imaginar.
Por eso hoy, sal para afrontar los trabajos que te esperan seguro del amor de Dios. Puede haber neblina o lluvia torrencial; puede brillar el sol o no. Pero, nada de lo que te hace sufrir nace en la mente divina; no creas que Dios te está castigando por algo. No digas: “No escondas tu rostro de mí. No apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido. No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación”.
Jesus Esta Contigo!!!

viernes, 2 de septiembre de 2011

No te dejes intimidar del enemigo...

Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara. Esdras 4:4.
Judá tenía una misión delante de sí: edificar el Templo, que había sido destruido por los invasores y se encontraba en escombros. A Dios no le gusta ver nada en escombros: cuando la Creación salió de sus manos, era “buena en gran manera”. Pero, luego apareció el enemigo y desfiguró la Creación; desde aquel día, ha estado arruinando todas las cosas buenas.
En los tiempos de Judá, se presentó en la forma de ejército babilónico, y llevó cautivo al pueblo. Dejó en escombros la ciudad y el Templo. El Templo, en aquellos días, era símbolo de la presencia de Dios. Él había dispuesto: “Y me harán un santuario y Yo habitaré en medio de ellos”. El Santuario, en escombros, simbolizaba la falta de la presencia de Dios en medio de su pueblo.
Dios nunca está conforme cuando su pueblo vaga, errante, sin él. Por eso, envió a Nehemías; su misión era reconstruir la ciudad y el Templo. Pero, el enemigo no estaba satisfecho con eso. Entonces, sucedió lo que narra el texto de hoy.
El enemigo entró en el corazón del pueblo de aquella tierra, y trató de atemorizar al pueblo de Dios, con la intención de que el Templo no fuese reconstruido.
¿Qué es lo que necesita ser reconstruido en tu vida? ¿Un sueño marchitado por el tiempo? ¿Tu vida profesional, destruida por una insensatez? ¿Tu hogar? ¿Tus valores y principios? Ten en cuenta que la reconstrucción no es una tarea fácil. Destruir, sí lo es: basta tomar una maza y dar golpes a diestra y siniestra; no requiere de habilidad ni de preparación, solo es necesario golpear.
Reconstruir es diferente. Requiere de habilidad, paciencia, persistencia y valor. Los enemigos aparecerán. Te criticarán; dirán que estás desperdiciando el tiempo y que jamás lograrás tus objetivos.
Pero, a pesar de eso, es necesario seguir adelante. Nada puede detenerte, si colocas tu vida y tus proyectos en las manos de Dios.
Por eso, hoy, sal decidido a reconstruir aquello que el pecado ha destruido. Sueña; sueña alto. ¡No te conformes con poco! Fuiste colocado por Dios, en este mundo, para ser un reconstructor de vidas. Y, en esa misión, no estás solo: el Señor está contigo.
Jesus Esta Contigo!!!

jueves, 1 de septiembre de 2011

Consulta siempre a Dios.

Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los
filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos. 1 Crónicas 14:10.
Iris desea conocer la voluntad de Dios: tiene dos pretendientes, y no sabe a cuál de ellos aceptar. Siempre soñó con tener un hogar feliz; tal vez, porque viene de un hogar de padres separados, y no quiere equivocarse en la elección del amor de su vida.
El sol acaba de despuntar, sonriendo a la tierra con sus rayos dorados. Iris se arrodilla, y desaña a Dios: “Señor”, le dice, “yo sola no puedo decidir; necesito de tu ayuda. Voy a salir ahora hacia el trabajo. El primero de los dos muchachos que aparezca vistiendo camisa azul, será el que yo aceptaré. Por favor, muéstrame tu voluntad”.
La joven, de cabellos rizados y ojos color de miel, cree que está consultando a Dios y dándole la oportunidad de responderle. Mucha gente, como Iris, en diferentes lugares del planeta, cree que puede probar a Dios de esa manera, y con frecuencia, la aparente respuesta de Dios no les funciona o les funciona mal.
El versículo de hoy dice que David, antes de dirigirse a la batalla, consultó a Dios. No lo puso a prueba, como lo hizo Iris, sino que conversó con él. En aquellos tiempos, Dios aún hablaba con su pueblo personalmente; hoy, continúa haciéndolo, pero a través de su Palabra escrita, que es la Biblia.
Si deseas escuchar la voz de Dios, todo lo que necesitas hacer es abrir la Biblia y estudiarla con sinceridad de corazón. Dios no te dejó sin orientación: en la Biblia, hay consejo para todo. El Señor no está interesado solo en tu vida espiritual. Juan dijo: “Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas”. Todo es todo. La vida material, profesional, familiar, en fin-
La mayoría de las decisiones equivocadas que tomamos son causadas porque no vamos a la Palabra de Dios en busca de orientación. Vivimos en un mundo de misticismo, en el cual muchos buscan sensaciones sobrenaturales; se quedan contemplando la naturaleza, en busca de manifestaciones sensoriales. Quieren oír la voz de Dios de forma audible, o entonces echan suertes, como lo hizo Iris.
Dios es Dios; si lo desea, puede hacerte oír su voz. Pero, en la mayoría de los casos, respondió a las preguntas de tu corazón en su Palabra; solo debes abrirla y meditar en ella.
Haz de este un día de estudio de la Biblia, y recuérdate que: “David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos”.
Jesus Esta Contigo!!!